La rehabilitación de la cubierta recayente a la Plaza concluye este mes
La Basílica de la Virgen instala los anclajes del nuevo toldo que sustituirá al de 1967
VALENCIA, 4 NOV. (AVAN).- Los técnicos que trabajan en la actualidad en las obras de rehabilitación de la Basílica han instalado ya los anclajes o lastres del nuevo toldo en cada uno de los cinco muros estribos de la cubierta recayente a la plaza de la Virgen cuyos trabajos de rehabilitación está previsto que concluyan este mes de noviembre.
Así, los cinco anclajes, que son de hormigón armado y acero inoxidable, han quedado instalados ya sobre la estructura del templo”, según ha indicado hoy a la agencia AVAN el arquitecto técnico de la Basílica, Jaime Martínez.
De esta manera, “reemplazan a las antiguas sujeciones que descansaban sobre la misma cubierta, y que provocaron numerosas grietas y fueron empujando la fachada a lo largo de los años”, ha añadido.
Igualmente, los técnicos están continuado, paralelamente, los trabajos de rehabilitación de esta parte de la cubierta, con la instalación de las tejas, “gran parte de ellas recuperadas”, así como de limpieza de la fachada de la Basílica de la misma plaza.
En estos momentos “estamos retejando esta cubierta”, que cuenta con una superficie de cerca de 400 metros cuadrados, con las tejas originales, después de ser rehabilitadas, “ya que algunas estaban rotas”, y con tejas nuevas “que han sido elaboradas en la empresa valenciana `Tejas Borja´ imitando el color y forma de las antiguas.
Está previsto que las obras sobre esta parte de la cubierta recayente a la plaza concluyan este mes de noviembre, según Jaime Martínez que ha añadido que “el siguiente paso será, entonces, colocar los automatismos del nuevo toldo”.
Asimismo, los trabajos que actualmente se centran en la fachada de la Basílica han permitido ya su limpieza en un 50 por ciento y “posiblemente ésta termine a finales de año, con lo que podrán ser retirados los andamios de esta parte”, ha asegurado.
El nuevo toldo reemplazará al anterior, instalado en 1967, que “pesaba el doble y estaba dañando la estructura del templo dado que se sujetaba sobre la misma cubierta”, según Martínez.
El antiguo toldo será sustituido por otro con “automatismo nuevo, con sistema de seguridad y recogida automático, que tendrá una nueva tela, más permeable y ligera, así como nuevos tensores y cables en un nuevo diseño”, ha añadido.
El nuevo toldo, de 1.200 metros cuadrados de superficie, será de color beige y azul celeste, más claro que el ahora retirado. Pesará la mitad que el anterior, “no llegando ni al kilo el metro cuadrado, muy poco para lo que es la superficie”, han añadido. Igualmente, “va a tener un sistema de recogida frente a lluvia o velocidades de viento superiores a los 25 kilómetros por hora”.
Según los arquitectos, “no es una intervención agresiva y en todo momento la obra será reversible, por lo que el toldo podrá ser sustituido en cualquier momento”.
FIRMA: "Alberto Saiz/AVAN ///
0 comentarios:
Publicar un comentario