En este nuevo espacio, situado en la calle Aben al Abbar, y bajo la supervisión de cuatro profesores, los niños valencianos a partir de 8 años podrán realizar sus propios videojuegos, diseñar robots y hacer experimentos de física y química o biología, solos o en familia.
La fundadora de Sciene Fantasy, Raquel Ibáñez, explicó ayer a Valencia News que este proyecto educativo "único" en España se ha podido poner en marcha gracias al programa de apoyo a emprendedores deJuan Roig.
Esta joven científica vallisoletana ha visto cumplido en Valencia su deseo de dedicarse a la divulgación científica en nuestro país después de completar sus estudios en Australia.
En las antípodas obtuvo el doctorado en Biología Molecular y Biotecnología en el centro de astrobiología de la Universidad de Macquarie, perteneciente a la NASA, y de regreso y tras varios años de peregrinaje como autónoma por centros educativos de Valladolid acercando la ciencia a los más pequeños decidió presentar su proyecto al Programa Lanzadera.
"Ha sido vital porque sin el apoyo financiero y el asesoramiento empresarial no hubiera podido consolidar un proyecto empresarial", reconoce.
La misión que se ha impuesto es que "los más jóvenes sepan como funcionan las cosas que le rodean, porque si no saben como funciona el mundo no van a poder cambiarlo". Se trata de "despertar en ellos la curiosidad por la ciencia, de potenciar su talento y de que puedan llevar a la práctica sus ideas".
Aunque esta escuela pueda parecer que está reservada únicamente las mentes privilegiadas, Ibáñez afirma que "está abierta a todos, desde a alumnos con altas capacidades a aquellos con algún síndrome especial".
En la escuela de ciencia la metodología es personalizada, los niños no reciben clases magistrales y los profesores son meros guías. "Cada alumno es único y tiene su propia forma de aprender y descubrir el mundo. Por eso se fomenta el talento innato de cada uno de ellos, guiando al alumno para que encuentre su camino".
Una vez abierta la primera escuela en Valencia, su proyecto es crear una red por toda España, siguiendo el modelo valenciano.
Para facilitar la asistencia a los cursos y talleres, la escuela estará abierta de lunes a domingo y los hay familiares en los que los niños pueden llevar a cabo sus proyectos con sus padres y con sus hermanos. En estos talleres se pueden hacer brazos hidráulicos, lámparas LED, catalejos, barcos pop y dibuciclos.
Los precios dependen de la actividad que se realice y de su duración."Hay cursos de dos días o de dos meses y también depende del material porque lo que realizan en clase se lo llevan a casa".
La escuela cuenta también con un teatro científico, donde la escena se convierte en laboratorio y donde los profesores muestran sus experimentos a sus alumnos.
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